Baco Fundo Lebrija y lo celebro con vinos de Gonzalez palacios

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El origen de Lebrija es mitológico porque dicen que fue el mismísimo Baco, dios del vino, quien la fundó. Y algo de cierto debe haber para que los vinos de las Bodegas González Palacios sean de tal categoría. De hecho, son la única denominación de vinos de origen de la Provincia de Sevilla.

El suelo donde se encuentra el viñedo 50 % ecológico es de tierra albariza, blancuzca, con restos fósiles. Mientras en su interior mantiene la humedad por fuera refleja los rayos del sol lo que lo hace perfecto para el crecimiento y maduración de sus uvas.

Si por algo han sido famosos los vinos de Glez. Palacios desde 1960 es por sus generosos y tipo manzanilla: Flor de Lebrija, Frasquito, El Poeta, Lebrija Old. Pero ante la creciente demanda allá por 2001 apostaron por crear un buen tinto y lo consiguieron.

Overo, es un vino Tinto de Sevilla con personalidad propia muy afrutado pero con salinidad y unos taninos muy sedosos. La primera cosecha salió en 2006 y desde entonces no ha hecho más que acumular premios. Se hace con syrah y tempranillo, y en un principio se pensó también en cabernet sauvignon que finalmente no se empleó y que ahora están usando para crear un nuevo vino.

Otro de sus recientes éxitos ha sido el blanco joven, Viento en la cara, en honor a la brisa marina que llega cuando subes a la loma de Overo y que viene directamente de la desembocadura del Guadalquivir, del Coto, y que tanto aporta a los caldos de esta bodega.

Y ahora no ha podido ser mejor la acogida a un nuevo concepto de vino blanco de crianza el Solo Palomino, “el vino de antes de los ingleses” porque va sin alcohol añadido. Recuerda a la manzanilla pero con notas frutales que lo hacen fácil de beber y que alcanzó los 90 puntos en la guía Peñín.

Si queréis saber más de los buenos vinos de Lebrija solo tenéis que contactar y visitar las dos bodegas, Abuelo Curro en la finca Overo donde está el lagar. Después, la bodega Los Arcos, con medio siglo de antigüedad, situada en el casco histórico de Lebrija alberga sus botas centenarias y ha sido escenario de inolvidables momentos flamencos.

Y lo dicho no dudéis en degustar los vinos del mismísimo dios Baco.

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